Probé el SmartyDrone durante dos semanas. Quería responder a una pregunta muy concreta: ¿puede un dron de menos de 100 euros —ligero, plegable y con “4K” en la caja— ofrecer una experiencia convincente para quien quiere empezar en la fotografía aérea o simplemente grabar vídeos familiares sin complicarse? Tras varias sesiones de vuelo, algún susto con el viento y muchas grabaciones, aquí va mi veredicto.
¿Qué es exactamente el SmartyDrone?
Se trata de un dron plegable de 138 gramos (batería incluida), con doble cámara —frontal motorizada y una inferior para flujo óptico—, estabilización electrónica, y un mando tradicional en 2,4 GHz con cuatro canales y acelerador en la mano izquierda. El SmartyDrone declara hasta 15 minutos de vuelo por batería (3,7 V, 2000 mAh), carga por USB en unos 60 minutos, y un alcance teórico del mando de hasta 200 metros en entornos sin interferencias. Para el vídeo y la vista en primera persona (FPV) utiliza su propio Wi-Fi, con retorno de imagen entre 50 y 80 metros en condiciones ideales. La oferta que he visto mientras lo probaba lo deja en 99 €, con packs que abaratan cada unidad.
Diseño, materiales y portabilidad
El chasis del SmartyDrone combina plástico y refuerzos metálicos en puntos críticos. Plegado cabe sin esfuerzo en una mochila pequeña (13 × 9 × 5 cm), y abierto mantiene una huella de 25 × 25 cm con una altura de solo 5 cm. La cámara frontal se inclina remotamente hasta 148°, lo que da mucho juego para pasar de planos cenitales a ras de horizonte sin mover el dron. El clip para móvil del mando admite teléfonos de hasta 5,5”, suficiente para móviles compactos; con teléfonos grandes roza el límite, pero encaja si no llevas funda voluminosa.
Los protectores de hélice incluidos (cuatro anillos que se montan sin herramientas) son un detalle bienvenido para interiores: evitan que un roce con la pared acabe en hélice rota. En la caja también vienen cuatro hélices de repuesto, destornillador, bolsa de transporte y manuales (del dron y de la app).
Puesta en marcha y proceso de configuración
No hay ciencia: batería cargada, encender dron, emparejar el mando (se hace en segundos), calibración con el clásico gesto de palancas hacia los extremos, y listo. El despegue y el aterrizaje con un solo botón facilitan los primeros vuelos. Si quieres FPV y grabar en el móvil, abres la app y te conectas al Wi-Fi que emite el dron; en menos de un minuto estás viendo lo que ve la cámara.
La app del SmartyDrone replica casi todo lo que ofrece el mando: despegue/aterrizaje, modos rápido y lento, cambio entre cámaras, foto/vídeo, trayectorias dibujadas en pantalla, control por inclinación del móvil y hasta disparo por detección de rostro. No hace falta crear cuentas ni ceder datos: conectas y vuelas.
¿Cómo vuela? Estabilización y control
El SmartyDrone no monta GPS; se apoya en flujo óptico (la cámara inferior “lee” el suelo) y en barómetro para mantener altura. ¿Qué significa en la práctica? Que en interior o al aire libre con suelo con textura (césped, tierra, adoquín) el dron se queda muy “quieto” al estacionar. Sobre superficies uniformes (p. ej., agua o pavimento brillante) el flujo óptico se vuelve menos fiable y notarás una ligera deriva que hay que corregir con el stick.
Con viento suave (brisas de parque) se defiende; con rachas moderadas te exigirá manos rápidas. El modo lento es perfecto para aprender y para planos suaves; el modo rápido responde con nervio y permite cambios de dirección ágiles. El modo sin cabeza (headless) ayuda a principiantes, pero en cuanto pillas confianza, es mejor volar con orientación real y aprovechar que la cámara frontal se inclina remotamente, lo que cambia tus posibilidades creativas sin reposicionar el dron.
La respuesta del mando en 2,4 GHz es consistente dentro de 100–120 metros en ciudad despejada. En campo abierto se acercó a las cifras que promete el fabricante, siempre que no hubiera interferencias. El FPV por Wi-Fi es el cuello de botella: a 50–60 metros mantiene vídeo con latencia moderada; más allá, depende mucho del entorno. Es la limitación típica en drones de iniciación con enlace por Wi-Fi.
Cámara y calidad de imagen
El fabricante habla de “4K” para fotos (4096 × 2016) y 2,5K (2560 × 1440) para vídeo. En la práctica, lo importante no es solo la resolución, sino el sensor, la óptica y el bitrate. ¿Qué me he encontrado? De día, con buena luz, obtuve vídeos limpios y estables para redes sociales, con colores algo saturados y nitidez suficiente para pantallas grandes si no recortas en exceso. Al atardecer sube el ruido y conviene bajar la velocidad o buscar escenas con contraste suave.
La estabilización del SmartyDrone no es mecánica (no hay gimbal de 3 ejes), sino electrónica: suaviza vibraciones ligeras y hace un buen trabajo si vuelas con movimientos amplios y controlados. La posibilidad de inclinar el ángulo desde el mando es un cambio de juego a este precio: puedes planificar transiciones de cenital a horizonte muy cinematográficas sin pelearte con la posición del dron. La cámara inferior no es para grabar “b-roll”, sino para el flujo óptico; aun así, sirve para tomas cenitales simples a baja altura.
Si vienes de un dron “premium” te faltará rango dinámico y bitrate, pero como primer dron o dron de batalla para viajes, cumple con nota. El archivo de vídeo es ligero y fácil de editar en el móvil.
Sensores, seguridad y ayudas al piloto
El equipo incorpora sensores anticolisión frontales y laterales de proximidad. Son una red de seguridad básica: en interiores y a baja velocidad, detectan obstáculos y evitan pequeñas “caricias” a paredes o muebles. No sustituyen a un sistema avanzado de evitación con mapeado en 3D, pero evitan sustos mientras aprendes. Añade a eso vueltas de campana (360° roll) para quien quiera jugar con acrobacias (mejor en exterior y con altura), botón de “vuelta a ajustes” y ajustes finos de trimado, y tienes un conjunto muy didáctico.
Autonomía y carga
Con vuelos variados —FPV activo, cambios de altura, alguna acrobacia— me moví entre 11 y 13 minutos reales por batería. En hover continuo, sin grabar, rocé los 15 minutos. La carga por USB tarda alrededor de una hora; si planeas sesiones largas, una segunda batería cambia por completo la experiencia. El mando usa tres pilas AAA; con recargables te olvidas durante semanas.
Alcance y fiabilidad del enlace
El control por 2,4 GHz es robusto para el rango del SmartyDrone. Con el FPV por Wi-Fi conviene ser conservador: para mantener vídeo fluido y control preciso, mi “zona de confort” fue hasta 60 metros con visión directa. Si vas a volar lejos, prioriza la seguridad: mantén línea de visión, evita interferencias (multitudes, zonas con muchas redes), y recuerda que la ley obliga a volar dentro del alcance visual en la mayoría de escenarios recreativos.
La app: más que un visor
Además de ver y grabar, la app aporta trayectorias por dibujo, control por inclinación del móvil, disparo automático al detectar rostro y conmutación de cámaras. Para grabar contenido “rápido para redes”, las trayectorias son útiles: dibujas una “S”, el dron la sigue a velocidad constante y tú te centras en el encuadre. La detección de rostro funciona mejor en buena luz; de noche o a contraluz falla más, algo normal en este rango.
Dónde brilla y dónde no
Brilla cuando:
- Quieres aprender con un dron ligero y poco intimidante.
- Te interesa grabar planos vistosos sin invertir en un gimbal.
- Vas a volar en interiores o exteriores cercanos, y valoras el despegue/aterrizaje con un botón y las protecciones de hélice.
Se le atraganta cuando:
- Buscas vídeo profesional con gimbal de 3 ejes y alto bitrate.
- Quieres alcances de varios cientos de metros con FPV sin cortes.
- Volarás a menudo con viento moderado o fuerte.
Normativa y tranquilidad legal
Con 138 gramos, el SmartyDrone cae por debajo del umbral de 250 gramos que, en Europa, simplifica bastante la normativa recreativa en categoría abierta. Aun así, infórmate siempre de las reglas locales, respeta la línea de visión, alturas máximas y evita zonas prohibidas. Volar con sentido común es tan importante como cualquier sensor.
Comparativa mental con “los grandes” (sin dramas)
Los drones de gama alta ofrecen GPS/GNSS, gimbal mecánico, alcances kilométricos y bitrate superior. También triplican (o más) el precio y el peso. El SmartyDrone no quiere competir ahí; su misión es darte entradas sólidas al hobby: despegar, estabilizar, encuadrar, grabar y aprender. Para primera compra o segundo dron de viaje, cumple lo prometido y te saca una sonrisa más veces de las que esperarías por su precio.
Consejos de uso tras la prueba
- Calibra brújula/giroscopio al estrenar y cuando cambies de zona.
- Orienta la cámara con el mando antes de cada plano: inclinarla en vuelo te da tomas mucho más ricas.
- Vuela con luz: esta cámara rinde mejor de día.
- No exprimas la batería al 0%: aterriza con un 15–20% para prolongar su vida.
- En FPV, mejor menos distancia y más precisión: tus vídeos se verán mejor y volarás más tranquilo.
Precio y Ofertas Especiales
¿Estás buscando un dron compacto, potente y fácil de manejar para grabar tus aventuras desde el aire? El SmartyDrone está disponible con una oferta de lanzamiento irresistible: 50% de descuento y envío gratis. Por tiempo limitado, puedes conseguir este dron plegable con doble cámara 4K, sensores anticolisión y estabilización electrónica por solo 99€ en lugar de 198€ .
Esta promoción está sujeta a disponibilidad de stock, por lo que si estás pensando en iniciarte en la fotografía aérea o buscas un dron para regalar, este es el momento ideal para aprovechar la oferta. La calidad de imagen, la facilidad de uso y las funciones inteligentes del SmartyDrone lo convierten en una de las opciones más completas en su rango de precio.
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¿Cómo comprar?
- Entra en la web oficial y comprueba disponibilidad desde este enlace.
- Elige la cantidad de drones que deseas (cuantas más unidades, mayor es el ahorro por unidad).
- Introduce tus datos de envío y realiza el pago de forma segura.
- Recibe tu SmartyDrone en casa y comienza a volar en solo unos minutos.
Las unidades se están agotando rápidamente, así que si estás interesado, realiza tu pedido cuanto antes para no quedarte sin stock.
Garantía de Compra
El SmartyDrone cuenta con una garantía de satisfacción de 30 días. Si el producto no cumple con tus expectativas o simplemente cambias de opinión, podrás solicitar un reembolso completo sin complicaciones.
Además, todos los envíos incluyen seguimiento y están protegidos contra daños durante el transporte.
Opiniones de otros usuarios
Con más de 1260 valoraciones y una nota media de 4,7 sobre 5 en TrustScore, el SmartyDrone ha ganado rápidamente la confianza de los usuarios que buscan una alternativa fiable, económica y divertida para adentrarse en el mundo de los drones. Estas son algunas de las reseñas más destacadas:
Javier Martín ★★★★☆ (4.8/5)
“Me compré el SmartyDrone para grabar vídeos durante mis rutas de senderismo, y ha superado todas mis expectativas. Es muy fácil de volar, incluso en zonas con viento suave. La cámara frontal ajustable es una maravilla para conseguir planos diferentes sin mover el dron.”
Laura Gómez ★★★★☆ (4.6/5)
“Lo usé en una reunión familiar en el campo y todos querían probarlo. Estuvimos volando por más de una hora con dos baterías. Los vídeos quedaron espectaculares, y eso que yo no había tocado un dron antes en mi vida.”
Rubén Sánchez ★★★★★ (5.0/5)
“Llevo tiempo probando drones de gama media y este, para el precio que tiene, está muy bien pensado. El mando responde bien, el FPV funciona sin lag en distancias cortas y la función de trayectoria es perfecta para planos automáticos.”
Inés Robles ★★★★☆ (4.7/5)
“Se nota que no es un dron profesional, pero para aprender, grabar vídeos familiares y llevarlo a todas partes sin miedo, es ideal. Lo plegas, lo metes en la mochila y listo. Perfecto para regalar o para empezar en este mundo.”
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Preguntas Frecuentes sobre SmartyDrone
¿El SmartyDrone graba realmente en 4K?
Sí, aunque hay que tener en cuenta que es un dron de iniciación. La resolución es de 4096×2016 para fotos y 2560×1440 para vídeo. La calidad es excelente con buena luz, pero no esperes el mismo rendimiento que un dron de 800 €. Para redes sociales y uso doméstico, cumple sobradamente.
¿Cuánto tiempo vuela con una sola carga?
Depende del tipo de vuelo. En modo tranquilo, grabando vídeo con la cámara frontal, puedes volar unos 13 a 15 minutos. Si haces muchas maniobras o usas ambos motores de cámara y transmisión FPV, baja un poco. La batería se carga completamente en una hora con el cable USB incluido.
¿Hace falta licencia o registro para volarlo?
No. Con sus 138 gramos, el SmartyDrone queda por debajo del umbral que exige registro o formación en muchos países europeos, incluyendo España. Aun así, se recomienda volar siempre en zonas seguras, con visibilidad directa y respetando las normativas locales.
¿Puedo usarlo en interiores?
Totalmente. De hecho, incluye sensores anticolisión que lo hacen ideal para espacios cerrados. Solo asegúrate de despegar en una zona sin corrientes de aire y con buena iluminación para que los sensores de flujo óptico funcionen correctamente.
¿Qué pasa si se cae o se daña una hélice?
El paquete incluye cuatro hélices de repuesto y un destornillador, así que puedes hacer pequeñas reparaciones tú mismo en cuestión de minutos. Además, trae un marco protector para las hélices, que es recomendable usar si estás empezando o vas a volar en interiores.
¿Necesito descargar alguna aplicación para usarlo?
Sí, para usar la vista en primera persona (FPV), grabar directamente en tu móvil y activar funciones como trayectoria o detección facial, necesitarás instalar la app gratuita del fabricante. Viene explicada paso a paso en el manual incluido.
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¿Puedo usarlo con cualquier móvil?
La mayoría de smartphones Android e iOS son compatibles. El soporte del mando admite móviles de hasta 5.5 pulgadas, aunque muchos usuarios han usado modelos más grandes quitando la funda. Solo necesitas conectarte al Wi-Fi que emite el dron y abrir la app.
¿Qué diferencia al SmartyDrone de otros drones baratos?
La cámara motorizada ajustable, los sensores anticolisión, la calidad del FPV y el hecho de que se puede plegar y guardar con facilidad lo hacen destacar frente a muchos modelos de su mismo rango de precio. Está diseñado para ser intuitivo y divertido desde el primer minuto.
Conclusión y veredicto
El SmartyDrone es exactamente lo que promete: un dron ligero, plegable y asequible que facilita el aprendizaje y saca vídeos muy dignos con buen tiempo y manos templadas. Su estabilización electrónica y la cámara frontal motorizada te permiten jugar a ser director sin pelearte con la física, y sus modos automáticos rebajan la curva de entrada para cualquiera que venga de cero. El enlace FPV y la ausencia de GPS marcan sus límites, pero no empañan una experiencia divertida, honesta y —sobre todo— coherente con su precio.
Si buscas tu primer dron para aprender, grabar recuerdos en familia o crear contenido ligero para redes, es una compra redonda por 99€. Si tus aspiraciones son planos cinematográficos con viento y vuelos largos a gran distancia, guarda este como dron “de batalla” y mira a gamas superiores después. Mientras tanto, el SmartyDrone te dará horas de vuelo y clip tras clip aprovechable, sin romper la hucha.
Pues tengo que decir que me ha sorprendido. Juego con mi hijo de 10 años que por cierto ya lo maneja mejor que yo. Hace piruetas y graba muy bien. Tenemos unos planos de la plaza donde juega espectaculares. Lo recomiendo, sigan así
Hola Adolfo! Genial, tenemos que pasarlo bien con nuestros hijos mientras son pequeños que luego se van y se echa de menos. Gracias por tu feedback. Salud